Mediante férulas de descarga damos solución al apretamiento o rechinamiento de dientes a otros trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) aliviando dolor y molestias.
El bruxismo es una enfermedad dentofacial que supone el apretamiento o rechinamiento de los dientes de forma involuntaria y, aunque puede manifestarse a cualquier hora del día, es más habitual que suceda durante las horas de sueño. Una persona bruxista puede llegar a experimentar tensión mandibular, dolor de cabeza o cervicales al levantarse, malestar y sensibilidad en los dientes, e incluso insomnio.
Si bien el bruxismo pasa desapercibido en muchas ocasiones en su estado inicial, se trata de una patología frecuente que afecta aproximadamente al 20% de la población. Suele aparecer entre los 17 y 20 años, aunque existen casos de bruxismo infantil a edades más tempranas (entre los 4 y 6 años) y afecta a hombres y mujeres por igual. A la larga, esta enfermedad puede acarrear problemas mayores en la salud bucodental, por lo que es importante acudir al dentista para tratarlo.
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El bruxismo que, como decimos, consiste en el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, puede deberse tanto a factores externos como internos y psíquicos. Las principales causas de esta patología dental son:
Por otro lado, como hemos comentado, el bruxismo también puede ocasionar dolores de cabeza, cuello y oído además de insomnio, que son también los factores por los que se suele detectar que existe el problema. Y por todo ello es necesario recibir un tratamiento que alivie el dolor y la tensión y proteja los dientes y encías, en el que se usan férulas de descarga personalizadas, el rechinamiento o apretamiento de los dientes tiene consecuencias para el bienestar general y la salud bucodental en particular.
El bruxismo es una enfermedad que puede repercutir de forma negativa en la salud bucodental de las personas que lo padecen. Además, de afectar a la horas de descanso, el apretamiento o rechinamiento continuado de los dientes tiene consecuencias tanto en estos como en las encías, debido a las presiones ejercidas. Los problemas más frecuentes derivados del bruxismo son:
El desgaste o erosión de las piezas dentales e incluso facturas dentarias que en casos extremos pueden llegar a ocasionar pérdidas dentales, especialmente si se combina con otro tipo de enfermedad bucodental.
Por otro lado, como hemos comentado, el bruxismo también puede ocasionar dolores de cabeza, cuello y oído además de insomnio, que son también los factores por los que se suele detectar que existe el problema. Y por todo ello es necesario recibir un tratamiento que alivie el dolor y la tensión y proteja los dientes y encías.
En este caso, el tratamiento odontológico implica la colocación de unas férulas de descarga confeccionadas de forma individual para cada paciente.
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En general el tratamiento devuelve la salud a dientes y encías y ayuda a mejorar el descanso.
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La férula oclusal está diseñada para distribuir la fuerza que se ejerce, así la presión mandibular desciende.
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Restaurar el ligamento periodontal
Ya que, el ligamento periodontotal, es un sistema que los pacientes bruxistas tienen sobrecargado.
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Especialmente si es la causa principal del bruxismo y es necesario un tratamiento ortodóntico.
El bruxismo tiene varios abordajes en función de cuál sea la causa mayor que lo provoca. En odontología el tratamiento más extendido es el de uso de férulas de descarga, pero también se puede realizar la aplicación de la toxina botulínica o botox en los músculos encargados de mover la mandíbula.
Estos tratamientos odontológicos son compatibles con sesiones de fisioterapia en las que el especialista en este campo puede ayudar al paciente a eliminar la presión ejercida en la articulación temporomandibular. En ocasiones, si el bruxismo está relacionado con problemas de sueño importantes, será necesaria la derivación a otros especialistas.
Como ocurre con otros tratamientos, cada caso es distinto pero, en general, las fases del tratamiento del bruxismo son las siguientes.
En la primera visita del paciente, el odontólogo realizará las pruebas y radiografías necesarias para valorar cuál es el estado de salud bucodental del paciente y el desgaste que haya podido originar el bruxismo. El especialista realizará preguntas acerca de rutinas y hábitos de sueño para determinar cuál es el origen del problema y cuál es el abordaje odontológico necesario.
Generalmente, el bruxismo se trata mediante la colocación de una férula de descarga que puede reestablecer el equilibrio de las fuerzas masticatorias y disminuir la tensión que se ejerce en la mandíbula.
También es posible realizar inyecciones de botox para reducir las contracciones involuntarias de la mandíbula. En este caso se utiliza anestesia local tópica y se aplican inyecciones de este producto. Al cabo de 15 días, el músculo pierde fuerza y la sensación de alivio se extiende por cara y cuello.
No obstante, si se ha determinado que el desgaste es mayor, además de estas medidas, el odontólogo considerará necesario aplicar otros tratamientos dentales en función de la gravedad de cada caso, como pueden ser las carillas dentales y las coronas.
En el caso de usar una férula de descarga, el paciente deberá seguir las indicaciones del odontólogo en cuanto a su aplicación, generalmente llevándola durante la noche, a la hora de dormir. En el caso de la aplicación de bótox, su duración oscila entre los 6 y 12 meses, cuando el producto es reabsorbido por el cuerpo y puede ser necesario repetir el tratamiento
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La prevención de esta enfermedad no es posible, pero aquellas personas que conocen el problema e intentan atajar el origen del mismo, como por ejemplo el estrés, los malos hábitos de alimentación o la malposición dental, tienen menos probabilidades de sufrirla.
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En los casos más graves, el bruxismo ha podido provocar un gran desgaste o un deterioro irreversible, es necesario realizar una rehabilitación oral con el objetivo de reponer el tejido dentario perdido, por ejemplo, con la colocación de coronas o carillas.
Dr. Emilio Martínez-Almoyna Rifá
Licenciado en Medicina y Odontología. Máster en Medicina Estética. Experto universitario en Periodoncia y postgrado en Implantología.
Miembro de la Sociedad Española de Periodoncia y la American Dental Association.
Dr. Cristina Martínez-Almoyna Rifá
Licenciada en Odontología, título de máster en Ortodoncia y postgrado en Odontopediatría. Especialista certificada en Invisalign y en arco recto.
Dra. María Morro Llobera
Licenciada en Odontología y Máster en Implantología. Especialista en Estética y Prótesis dental.
Dr. Patricia Jorro
Licenciada en Odontología. Especialista en Estética Dental y en Blanqueamiento Dental. Miembro de la American Dental Association.
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