Solución personalizada para combatir las enfermedades periodontales y restaurar la salud bucodental así como el aspecto de la sonrisa.
Para conservar la salud de nuestra boca es necesario cuidar algo más que el bienestar de los dientes. La salud de las encías, cuya función es la de sujetar cada una de las piezas dentales, es imprescindible y éstas también precisan de cuidados adecuados. De hecho, las enfermedades de las encías pueden generar un impacto en el aspecto de tu sonrisa, así como derivar en problemas severos de salud bucodental si no se tratan a tiempo.
Por ello, puesto que la estabilidad de las encías son un factor fundamental para la conservación de los dientes, la odontología también se encarga de solucionar los problemas originados en el periodonto, es decir, el tejido que corresponde a las encías. Más concretamente, la rama encargada de ello es la Periodoncia que aplica una serie de tratamientos en función de los problemas que puedan presentar estos tejidos en la boca del paciente.
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La periodoncia es la especialidad de la salud bucodental encargada de solucionar los problemas de las encías. Se llama así ya que las encías también se hacen llamar periodonto. Las enfermedades periodontales más comunes son la gingivitis y periodontitis que se distinguen en función de cuán avanzada esté la enfermedad.
Las bacterias presentes en la boca no ocasionan problemas con un cuidado de la higiene bucodental adecuado (personal y profesional). De no ser suficiente, las bacterias perjudiciales se depositan sobre tus dientes, lo que forma el conocido sarro que, a la larga, llega a inflamar la encía, originando lo que se conoce como gingivitis.
Si la gingivitis no se trata con tiempo, esta infección de las encías evoluciona a la llamada periodontitis o piorrea. En esta etapa de la infección periodontal, se originan bolsas entre los dientes y las encías (llamadas bolsas gingivales) que son donde se acumulan las bacterias perjudiciales.
La encía o periodonto es el tejido que funciona de soporte para tus dientes, porque los mantiene conectados a los huesos de la cara conocidos como maxilares. Tus dientes superiores se sujetan en tu maxilar superior, mientras que lo que comúnmente conocemos como mandíbula es el maxilar inferior.
Cuando las encías están sanas, garantizan la sujeción correcta de los dientes. Esto te permite masticar bien, al igual que no sientes molestias al consumir comida o bebidas. Además, actúan como barrera porque previenen la entrada de bacterias presentes en tu boca que podrían llegar a ocasionar infecciones.
Si tus encías no están sanas, esa barrera protectora se debilita. Las bacterias presentes en nuestra boca no ocasionan problemas si llevas un cuidado de tu higiene bucodental adecuado. Sin embargo, si tus encías tienen problemas, las bacterias perjudiciales para tu boca se depositan entre tus dientes y tus encías, aumentando el riesgo de sufrir problemas.
También pierden la fuerza para sostener tus dientes, lo que daría lugar al movimiento de dientes, espacios entre tus dientes más amplios; en los casos más severos, la infección del periodonto puede dar lugar a la pérdida dental.
El tratamiento de las encías te permite conservarlas en un estado óptimo preservando su funcionalidad y estética. Pero ¿cómo detectar que existe un problema?
Sangrado: Generalmente es la primera señal que indica que existe un problema periodontal cuando es continuado al cepillarse los dientes o aparece, incluso, al masticar alimentos.
Inflamación y enrojecimiento: Si las encías comienzan a invadir parte del diente, aumentando su tamaño y se intensifica su color, esto quiere decir que probablemente exista gingivitis.
Sensibilidad: También es posible experimentar una mayor sensibilidad a ciertos alimentos o temperaturas, o inclusive, al cepillado en las primeras fases de la enfermedad periodontal.
Halitosis: Si bien puede deberse a otros factores, es frecuente que los pacientes con problemas en las encías también experimenten mal olor o sabor de boca.
Existen diferentes tipos de problemas que afectan a las encías, como úlceras, ampollas, etc. Pero, como hemos comentado, las enfermedades periodontales más comunes son la gingivitis y la periodontitis. Que pueden afectar a la integridad de los dientes
Las fases en el tratamiento periodontal dependen directamente del estado de salud de las encías del paciente, es decir, son personalizadas. Pero, generalmente, son las siguientes:
En la primera consulta, para emitir el diagnóstico adecuado podemos llegar realizar una radiografía 3D y una prueba de sondaje. Con el estudio periodontal y una serie de preguntas relacionadas con la salud de la encías es posible valorar cuál es el avance de la enfermedad, la profundidad del sarro acumulado en las encías e incluso si ya ha comenzado a deteriorarse el hueso maxilar.
Gingivitis: En los casos más leves en los que únicamente se diagnostica la gingivitis es posible pautar una limpieza bucodental profesional más profunda y recomendar un colutorio coadyuvante con clorhexidina por un periodo determinado. En esta fase es fundamental también seguir las recomendaciones del periodoncista en cuanto a la higiene dental en casa, ya que esta debe ser minuciosa para no recaer.
Periodontitis: Si se diagnostica una periodontitis, o bien, se agrava la fase anterior con el tiempo es necesario avanzar en el tratamiento periodontal con más pasos. En primer lugar se realizaría un análisis microbiológico del área bucodental, se recetaría el antibiótico adecuado para combatir las bacterias causantes de la infección, y se realizaría un raspado y alisado radicular conocido como curetaje dental.
Hay casos en los que la recesión de la encías es tal que resulta necesario restaurar este tejido blando mediante un injerto de encía, una técnica quirúrgica que corrige la forma, tamaño y contorno de la encía. Es el mejor tratamiento con el que contamos a la hora de devolver a la encía a su estado sano original a la vez que mejorar su aspecto estético. No obstante, prima el control de la infección previo.
Pasado un mes o mes y medio se realizar una reevaluación del estado de las encías contrastando una medición actualizada del sarro alojado en las encías con la medición realizada en la fase de diagnóstico. De esta forma podemos determinar el éxito del tratamiento periodontal y
El tratamiento de la periodontitis necesita un mantenimiento por esta razón es fundamental acudir a las revisiones periódicas. Los pacientes con problemas periodontales (ya sea la gingivitis o periodontitis) tienen propensión a recaer en estas enfermedades, de ahí que en función de los hábitos del paciente, el especialista recomiende una regularidad u otra en las citas de seguimiento donde se evaluará la salud bucodental del paciente.
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La primera fase de la enfermedad periodontal es la gingivitis que se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías especialmente durante el cepillado de los dientes. Si la enfermedad avanza, es decir, si la gingivitis no se trata, ésta puede derivar en periodontitis que implica la destrucción e los tejidos de las encías y que puede tener consecuencias tan graves como la pérdida dental. En ambos casos la causa son las bacterias o biofilm que forman sarro.
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El paso más importante es mantener una adecuada higiene bucodental. Es cierto que existen razones biológicas por las que algunas personas son más propensas a desarrollar problemas periodontales, razón por la cual es fundamental acudir a revisiones periódicas y realizar limpiezas profesionales en centros dentales donde los especialistas pueden llevar un control de la salud bucal en general y del estado de dientes y encías en particular.
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Es importante entender que la salud de las encías es vital para mantener los dientes. Por ello, antes de darle solución a la pérdida dental hay que controlar la enfermedad que sufren las encías. Posteriormente, la pérdida de dientes puede tratarse mediante prótesis fijas o implantes dentales que son el tratamiento optimo con el que recuperar piezas dentales. Obviamente cada caso tendrá un planteamiento personalizado, en función de su gravedad.
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Sí, siempre que la enfermedad periodontal esté controlada y el paciente se encuentre en tratamiento, es posible recurrir a un tratamiento ortodóntico. En este caso es recomendable optar por los alineadores Invisalign ya que ejercen una fuerza inferior que las aplicadas por los brackets, por lo que las encías padecen menos en el proceso. No obstante, es recomendable consultar con el ortodoncista quien podrá realizar el mejor plan de tratamiento personalizado.
Dr. Emilio Martínez-Almoyna Rifá
Licenciado en Medicina y Odontología. Máster en Medicina Estética. Experto universitario en Periodoncia y postgrado en Implantología.
Miembro de la Sociedad Española de Periodoncia y la American Dental Association.
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